Consolas de la vieja escuela

Queria empezar este tema hace tiempo.

Por vosotros no se pero yo tuvé la suerte de conocer una edad de oro de las consolas (bueno eso es mi opinión) que se llamaban super faimcom megadrive la edad de la 16 bites.

La única consola que me engancho como núnca fue la super famicom para mi fue una maravilla ahi empeze a jugar a juegos tirado de varios anime ahi descubri lo que fue zelda the link to past (el mejor zelda de la historia) pude tener la suerté de jugar a varios rpg y action rpg para mi la super famicom fue la reina al nivel de juegos rpg y action rpg. Y tambien pude probar a juegos goemon de konami y otras mill maravillas.

Aqui déjo algunas imágenes.





Ahora toca el turno de zelda.






Poco a poco ire poniendo videos de juegos.

Si quereis hablar de otras consolas será un placer de poder leer vuestros comentarios

Ahora una de las maravillas de Konami Goemon cuantas horas me pase jugando.

Ahora quiero hablar de Actraiser otra maravilla.



Cuando Enix aún era Enix, antes de su fusión con Square hace varios
años, la compañía nos dejaba algunas joyas del RPG que aún se recuerdan
incluso a día de hoy. Por supuesto, su mayor exponente es la saga Dragon
Quest, saga cuyas primeras entregas pasearon por las Famicon y las
Super Famicom de los jugadores japoneses sin que, por desgracia, pisaran
Europa.


Otras joyas como Terranigma e Illusion of Time si que las podimos
disfrutar en versión PAL, para deleite de los amantes del género.
Tampoco nos podemos olvidar de Star Ocean, también para SNES.


Aún sin ser tan conocida como los títulos mencionados anteriormente,
la saga Actraiser también puso el listón alto y, por suerte, sus
entregas también salieron del país nipón, al contrario que la
todopoderosa Dragon Quest. Su mezcla de estrategia con fases
plataformeras aderezadas ambas con un toque de rol conquistó a muchos y
se llevó las alabanzas de la prensa de la época, que ensalzaba su
originalidad en el planteamiento.


Como suele ser habitual en este tipo de casos, el juego nos llegó a
Europa mucho después de su salida en Japón. Concretamente, tardaron más
de dos años en hacer la conversión al mercado PAL, llegando finalmente
el día 18 de Marzo de 1993 a nuestras tierras. Sin duda, la espera
mereció la pena.


Un año más tarde, en 1994, la secuela, Actraiser 2: The Holy War
to Silence, vió la luz, sin ninguna duda impulsada por el gran éxito
de la primera parte. El sistema de juego de ActRaiser también inspiró a
la propia Enix para lanzar un juego basándose en el mismo: Soul Blazer.


Por otra parte y ya casi diez años después de la salida del juego
original, se preparó un port para terminales móviles de
ActRaiser. Como era de esperar, esta adaptación llegó con unas carencias
respecto al original muy llamativas, tanto jugablemente, ya que sólo se
incluyeron las 3 primeras fases plataformeras del juego, cómo
gráficamente, donde el juego no llegaba al nivel de SNES ni por asomo.


Desde el mes de Mayo de 2007, y gracias al servicio de la Consola
Virtual de la Wii de Nintendo, podemos disfrutar de este clásico en
descarga.


Quizá pueda parecer un tema algo trillado, y en parte, quizá sea verdad.
No faltan juegos basados en esta premisa, pero aún así y partiendo de
esta base, ActRaiser nos presenta la historia que rodea al juego.


En ActRaiser, el bien está representado en una deidad divina,
llamada The Master (El Maestro), a la cual controlamos nosotros.
En el bando opuesto, y en una lucha encarnizada con The Master, se
encuentra The Evil One (Tranza), como representación de todo mal en el
mundo. Cuentan los manuscritos que Tranza, en un intento de hacerse con
el control del poder del mundo, envió a sus seis guardianes en un feroz
ataque.


Éstos, después de un duro enfrentamiento, consiguieron vencer a The
Master, al que encerraron en un palacio volante. Así, las fuerzas del
mal se hicieron con el control total del mundo, dividiéndolo en seis
zonas, cada una de ellas controlada por uno de los guardianes.


Cientos de años después y ya habiéndose recuperado casi por completo
de las secuelas de la batalla, The Master comienza a urdir planes para,
de nuevo, hacerse con el control del mundo y erradicar toda posibilidad
de mal. Por supuesto, tiene que partir desde cero, y aquí es donde
nosotros entramos en juego...



Simbiosis perfecta


Como ya hemos comentado con anterioridad, una de las claves del
éxito de ActRaiser fue su original planteamiento. Y es que pocas veces
se había visto, hasta aquel momento, esa mezcla entre dos géneros como
la estrategia y las plataformas con toques de arcade (o viceversa), o al
menos, que se hubiera llevado a cabo con esa maestría.


El juego comienza con nuestro ayudante (un ángel) pidiéndonos el
nombre. Cuando se lo damos, nos relata brevemente la historia del juego y
directamente pasamos a la interfaz de juego. Podemos visualizar el mapa
y cerciorarnos de la existencia de seis zonas que, como cuenta la
historia, son controladas por las fuerzas del mal. Estas seis zonas son:
Fillmore, Bloodpool, Northwall, Aitos, Kasandora y la isla de
Maranha. Al principio sólo es accesible la zona de Fillmore, las
otras están vetadas hasta que consigamos ciertos objetivos según
avancemos en el juego.


A partir de aquí es dónde se diferencian perfectamente los dos
enfoques del título:


- Enfoque estratégico: Desde este menú
podemos realizar diversas acciones relacionadas con la parte estratégica
que tiene el juego y que, en gran parte, influirán en la parte de
acción.


Dentro del menú encontramos cuatro submenús principales. El primero
de ellos es desde donde podemos viajar por el mapa a través del palacio
aéreo para colocarnos en la zona que queramos. En este menú también está
la posibilidad de, una vez limpiada la zona de monstruos, observar a
sus habitantes y aconsejarles, todo ello para conseguir el beneplácito
hacia nuestra divinidad.


Podemos indicarles de qué manera construir sus edificios, ayudarles con
milagros divinos (maná, lluvia...), castigarles por alguna razón
(sequías, tormentas de rayos...), acudir ante sus peticiones... en
definitiva, una serie de acciones que nos ayudan a tener contento al
pueblo y que, a su vez, nos servirán para subir de nivel y por ende,
acceder a otras zonas.


En el segundo submenú, podemos elegir entre combatir a los monstruos
(enfoque de acción) o elegir entre magias. El tercer submenú tiene como
utilidad ver las estadísticas, tanto de nuestro personajes (vida,
nivel, objetos...) como de las zonas conquistadas. El cuarto submenú nos
permite guardar los progresos y modificar la velocidad de los textos,
algo que se agradece, ya que dado la gran cantidad de ellos, lo idóneo
es ponerlo en la mayor velocidad posible.


- Enfoque arcade: Estas fases de scroll
lateral son, de alguna manera, la esencia del juego, ya que son bastante
numerosas. Al llegar a cada zona, nuestro personaje adquiere forma
corporéa para exterminar todo resquicio de mal existente.


En estas fases prima la acción y los saltos, pudiendo atacar con la
espada (que se puede ir mejorando) o los hechizos conseguidos a lo largo
de las fases. Al final de cada una de ellas encontramos un jefe final
que, siguiendo un patrón, nos atacará. Lo mejor es encontrar su punto
débil sino queremos intentar el enfrentamiento una vez detrás de otra.


En ningún momento las fases se nos hacen repetitivas, ya que hay
gran variedad de escenarios distintos, y lo que es más importante, gran
número de enemigos de todo tipo.


La dificultad va en aumento conforme avanzamos por las zonas, pero
normalmente sólo nos pondrán en un aprieto los enfrentamientos contra
los jefes finales, al menos mientras somos capaces de encontrar la forma
de vencerlos.



Gráficamente previsible


Los gráficos de ActRaiser son buenos, aunque eso no quita que
pudieran ser mejorables en su día. En parte, no sorprenden en ningún
momento, y aunque el diseño de personajes es bueno, en numerosas
ocasiones se ven algo forzados y rígidos, en especial los movimientos
tanto de nuestro personaje como de los enemigos.


Aunque los desarrolladores de Enix pusieron esfuerzo en hacer los
escenarios lo más variados posibles y eso es algo muy de agradecer, ya
que a los ojos nunca se nos hace repetitivo el título. También cabe
destacar la variedad en cuanto a los diferentes sprites de los enemigos.


Por último, hay que alabar el genial uso de la paleta de colores por
parte de los programadores. Un tratamiento del color capaz de
transmitir lo que se busca en cada fase, desde un sentimiento de
oscuridad y sombría hasta la sensación de frío en zonas como NorthWall.
Genial en este aspecto

Estamos, sin ningún tipo de duda, ante el mejor apartado del juego y eso
que con la calidad que destila el título, esto no es nada fácil, pero
es que la BSO del juego está a un nivel superior.


Y es que contar como compositor con Yuzo Koshiro es todo un punto a
favor y una apuesta casi segura para una BSO de calidad. El maestro
japonés tiene en su haber las bandas sonoras de juegos como Streets of
Rage o The Revenge of Shinobi, ambos juegos de Megadrive y con unas BSO
consideradas por todos como de lo mejor de la consola.


En un plano más actual Koshiro ha colaborado en juegos como
Castlevania: Portrait of Run o el reciente Etrian Oddyssey.


Viendo los precedentes, Koshiro realizó un excelente trabajo,
dotando a ActRaiser de una banda sonora épica y memorable que pasó a
estar entre los mejores trabajos sonoros en cuanto a música se refiere
de la consola de Nintendo. Un diez.


En cuanto a los efectos de sonido también rayan a un buen nivel,
aunque no tan bueno como el de la música. Pero es algo comprensible, ya
que prácticamente es inalcanzable.



Conclusión final (tirado de vicio juegos.)

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